El ojo se encuentra bañado en lágrimas pues necesita mantenerse constantemente húmedo. Es frecuente que muchas personas no produzcan suficiente lágrima para mantener el ojo lubricado y sin alteraciones, lo que se denomina ojo seco. La humedad ocular es imprescindible para mantener el ojo sano y sin molestias, el ojo seco puede ocasionar diversos problemas oculares.
– Picor ocular
– Ardor o escozor
– Sensación de cuerpo extraño
– Mucosidad
– Exceso de irritación por el humo o el viento
– Molestias al usar lentes de contacto
– Lagrimeo
El lagrimeo producido en el ojo seco puede parecer ilógico pero es una respuesta al disconfort. Si las lagrimas necesarias para la lubricación ocular no mantienen el ojo suficientemente húmedo, el ojo se irrita. La irritación estimula la glándula lagrimal produciéndose un exceso de lágrimas que sobrepasa la capacidad de drenaje y consecuentemente se produce lagrimeo.
Son varias las formas de tratar el ojo seco, en primer lugar con colirios que para humedecer los ojos llamados lágrimas artificiales. En algunos casos, otros tipos de colirios que actuan por mecanismos diferentes como el suero autólogo o la ciclosporina son una importante ayuda.
Otra posibilidad es conservar el ojo húmedo manteneniendo las propias lágrimas. Para ello, el oftalmólogo puede ocluir de manera temporal o definitiva los conductos lagrimales que drenan las lágrimas a la nariz.
También se puede evitar que las lágrimas se evaporen del ojo, empleando humidificadores y evitando lugares con exceso de calor o sequedad, aires acondicionados, secadores de pelo, viento y humo.
El oftalmólogo con un examen ocular, habitualmente puede diagnosticar el ojo seco. A veces son necesarias pruebas adicionales para medir la producción de lagrima en diversas condiciones (Test de Schirmer) o el uso de gotas con colorantes para estudiar los patrones de las áreas secas en la superficie ocular.
La producción lagrimal habitualmente disminuye con la edad. El ojo seco aparece tanto en hombres como en mujeres a cualquier edad, aunque es más frecuente en la mujer, especialmente después de la menopausia.
Además existe una larga lista de medicaciones que puede disminuir la secrección lagrimal y producir ojo seco.
Las personas con ojo seco tienen una mayor predisposición a que el empleo de colirios, incluyendo las lagrimas artificiales, les produzcan efectos secundarios en los ojos, por lo que pueden precisar utilizar lagrimas artificiales sin conservantes en envases monodósis o multidósis.